La clave para ser la invitada perfecta no reside en seguir las últimas tendencias, tampoco en llevar el vestido más caro, ni en perseguir un vestido que vimos a una influencer en una alfombra roja.
La invitada perfecta es elegante y atemporal, conoce su silueta, confía en el diseñador y atiende al protocolo de su evento.
El protocolo, esa palabra que tanto asusta.
Boda de día ¿Qué significa? Sencillo, largo midi, corto o pantalón, colores claros o llamativos, sin lentejuelas ni pedrerías. Pamelas para la primavera y el verano, tocado siempre. Nunca blanco, ni por supuesto tonos que se le asemejen.
Boda de noche ¿Y ahora qué? ¡Vamos a ver! Corte largo, aunque hemos de recordar que la cola se reserva para la novia, traje de chaqueta o pantalón. Permitidos los brillos y los tonos oscuros, ¡incluso el negro! Nada sobre nuestras cabezas. Y no podemos olvidarnos nunca, de seguir aquellas peticiones que los novios o anfitriones te marquen. Etiqueta, Ibicenco, total black…
Se la invitada perfecta.
Se una chica Norie Studio.